"La historia oral son las memorias y recuerdos de la gente viva sobre su pasado".
La innovación constante que requieren las propuestas metodológicas en los procesos educativos presenta a la historia oral como una herramienta eficiente, que permite al alumno crear una conciencia crítica y de investigación de su entorno social, nos lleva a reflexionar sobre la propia practica docente, así como del papel social que debe cumplir la investigación como herramienta fundamental en la producción de conocimiento.
La enseñanza de la historia no debe seguirse presentando como una recolección de datos sin más contexto que el que ofrecen en los libros. Por el contrario, se debe permitir al alumno crear una conciencia crítica de su entorno social, no sintiendo el conocimiento histórico como algo ajeno a él, sino como el resultado del mismo proceso.
Al volver la atención sobre la enseñanza de la historia, creemos que los recursos metodológicos que proporciona la historia oral, para la creación de fuentes, así como la postura que se asume desde su manejo, nos dé otra visión de la historia, creando vínculos entre la escuela y la comunidad.
El alumno al ir en la búsqueda de esas historias no oficiales, se acerca a la historia con el fin de rescatar aquella que no ha sido escrita y no se encuentra en sus libros de texto. Es precisamente en este punto en donde puede ir al encuentro de la historia oral, la cual lleva a maestros y alumnos a tender una relación con la comunidad en donde van a realizar su trabajo de campo y a enfrentarse a una historia viva y actuante; a la historia que tienen más cerca. Pero también a despertar el espíritu de investigación para conocer lo que tienen más a la mano.
Cuando se establece un vínculo entre la investigación y la docencia; se crea el conocimiento.
En la historia oral es posible recuperar, además de la voz de aquellos que nos dejan su testimonio, objetos tales como fotografías o retratos, cartas, diarios personales, vestidos y todos aquellos tesoros familiares que se han guardado durante décadas entre las familias. Con todos estos “documentos” que completan un testimonio, es posible llegar a formar colecciones temáticas, por ejemplo, de fotografías, que pueden ir desde las historias genealógicas o de las calles y edificios públicos
La historia oral acerca a los profesores y alumnos a las fuentes primarias de la propia historia, a la información que quizá tengan en casa (sus abuelos, tíos, familiares cercanos) del tema a investigar.
La historia oral nos permite aprender de la realidad más imperceptible, aquella que se manifiesta lejos de las historias oficiales., permite a los estudiantes entender la vinculación estrecha entre su realidad inmediata y las realidades mas lejanas.
!En cuantas ocasiones rodeados de la familia nos deleitamos con relatos maravillosos, relacionados con la forma de vida de aquellos años! donde nuestros padres eran jóvenes; el escuchar por boca de los abuelos o nuestros padres la forma de vida, las costumbres, la ropa que usaban, los valores que se vivenciaban; escuchar a los actores principales es como remontarnos al pasado, es vivir nuevo su historia, al observar las fotografías, podemos remontarnos a la ëpoca.
